La diócesis de Colón se regocijó al celebrar el primer aniversario de la presencia de las Monjas Carmelitas Descalzas, y del futuro monasterio de San José y Santa Isabel de la Trinidad.
Para esta celebración se realizó una Eucaristía presidida por Monseñor Manuel Ochogavía, y concelebrada por los padres Emmanuel Arcia, Canciller de la diócesis, y Narciso Ábrego, capellán de las monjas.
Las monjas Carmelitas estuvieron acompañadas de su Priora, la madre Superiora, Teresa Benedicta quien les vino a visitar para conocer cómo estaban, y además para agradecer a todos por el afecto y apoyo que les han dado a sus hermanas. Monseñor Emmanuel en su homilía también les agradeció su presencia en la diócesis, pues ha sido de mucha bendición tenerlas.
“Recordando que la vida de religioso no es fácil, que uno como persona puede tener altas y bajas, es importante nunca olvidarnos de nuestro primer amor que es Cristo, cuando nos enamoramos de Él y le dimos nuestro Sí. Siempre habrá pruebas, pero siempre nos ayudará a salir de ellas”, manifestó el Obispo.
En esta celebración también se dio gracias a Dios por el año que llevó como vicaria la monja Teresita del Niño Jesús, que estuvo al frente de la casa desde que llegaron a la diócesis. Ella, en sus palabras de despedida, destacó: ¡El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres! Es el grito de júbilo que exultan nuestras almas agradecidas al contemplar el infinito amor y la dulce Providencia con que el Señor nos ha cuidado durante este primer año de fundación.
Al final de la Eucaristía se leyó el decreto por el cual se nombra la nueva vicaria de la casa, la monja Isabel de la Trinidad, y también se compartió con los presentes a la misa, un rico almuerzo. Cabe resaltar que su carisma principal es la oración y la contemplación.
