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Son hijos de la Resurrección

Son hijos de la Resurrección

Lucas 20, 9-47 La parábola de los trabajadores asesinos, contada por Jesús. (20, 9-19) Es una parábola que Jesús dirige a los maestros de la Ley y a los sacerdotes de Israel. Es así como los viñadores homicidas de la parábola, las autoridades buscaban acabar con Jesús. Al que no reconocían como el Hijo de Dios. Jesús, entonces les señala fuertemente porque incumplían con su misión de acercar al pueblo a Dios.
Incluso estaban los que planeaban trampas para hacer a Jesús caer en situaciones comprometedoras frente a las autoridades romanas, buscando argumentos para prenderle y llevarle antes los tribunales. (20-26)
Haciéndole preguntas cajoneras, que no le dejaban ninguna opción para salir bien parado. Pues al aceptar que se debían pagar los impuestos al Cesar, perpetuaba la dominación del pueblo sometido al imperio. Y negarlo, lo convertía en sedicioso y en un enemigo del estado.
Jesús, pronuncia entonces una de las frases más famosa de los evangelios; “dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.
La alianza definitiva es Jesús. Quien es la vida y la resurrección.
Jesús, que es Dios, el Dios de la vida. Y sus hijos son hijos de la resurrección. Y que quien está con Dios está con un Dios vivo. (27-40)
Queda claro que Jesús no era el monarca para un pueblo. Y que el Reino del cual hablaba, era aquel en el que todos alcanzaríamos la liberación.
Finalmente se dirige a los intelectuales y maestros, a quienes les dice que su misión no era estafar al pueblo ni buscar reconocimientos. Muchas veces además, buscaban tener renombre y reconocimiento.(41-47)