En unidad aprendamos a dialogar, a controlar la rabia y la violencia

En unidad aprendamos a dialogar, a controlar la rabia y la violencia

Abramos los oídos y el corazón a la enseñanza de este segundo encuentro de la Fase de evangelización de la Campaña Arquidiocesana que a continuación publicamos. Está centrada en el llamado a la santidad que nos hace el Señor a través del Papa Francisco. No basta cumplir los mandamientos, hay que vivir con la ayuda de la gracia de Dios el espíritu de las bienaventuranzas.

Hecho de vida: mansedumbre o violencia

Benilda y Margarita son amigas desde hace mucho tiempo. Compañeras en la Escuela primaria, siguieron juntas en el grupo juvenil de la Parroquia. Y cuando se casaron, volvieron a encontrarse como vecinas en la misma barriada de la ciudad. Reanudaron su amistad y su confianza, y con frecuencia conversaban sobre su trabajo, sus hijos, sus problemas…: Benilda, quiero pedirte un consejo (le dijo un día Margarita). Mi hijo ha tenido una pelea en la escuela. Llegó a la casa con un ojo hinchado, por culpa de un golpe que le dio un compañero enojado. Yo le dije que no se preocupase y que intentara reconciliarse con él, porque no es bueno tener enemigos. Pero cuando me escuchó mi compadre Eusebio, que estaba de visita, se puso furioso y le dijo: Nada de eso, los hombres son valientes y pelean. Mañana vas y le devuelves el golpe, o mejor le das dos puñetazos todavía más fuertes, ¡para que aprenda a respetarte! Bueno, Margarita, ese compadre tuyo es un poco salvaje…Yo leí un libro que decía que los problemas hay que resolverlos por las buenas, y ponía un ejemplo que me hizo pensar: “más moscas se cazan con un plato de miel que con una pistola”…Ojalá desde niños aprendamos a dialogar, a controlar la rabia y la violencia, a no devolver mal por mal. Seguro que habría menos peleas, menos guerras y más paz en las familias y el mundo, ¿no crees?. Pero tú verás…

Escuchamos la Palabra de Dios

“Uno de los guardias que estaba allí dio una bofetada a Jesús, diciendo: ¿Así contestas al Sumo sacerdote? Jesús le respondió: Si he hablado mal, declara lo que está mal; pero si he hablado bien, ¿por qué me pegas?” (Jn 18, 22-23).
“No devolver a nadie mal por mal, procurando el bien ante todos; en lo posible y en cuanto de ustedes dependa, en paz con todos los hombres, no tomando la justicia por nuestra cuenta” (Rom 12, 17ss.)

Preguntémonos

a. ¿Qué le hubieras aconsejado tú al hijo de Margarita?
b. ¿Por qué piensas que hay a veces tanta violencia en las familias, en la sociedad panameña, en el mundo? c. Una forma nueva de soberbia y violencia se hace a través de las llamadas “redes sociales”, ¿qué piensas sobre esto y cómo afecta a la familia y a los jóvenes?

Reflexión

El Papa Francisco dice que llamar felices a los mansos y humildes “Es una expresión fuerte, en este mundo que desde el inicio es un lugar de enemistad, donde se riñe por doquier, donde por todos lados hay odio, donde constantemente clasificamos a los demás por sus ideas, por sus costumbres, y hasta por su forma de hablar o de vestir. En definitiva, es el reino del orgullo y de la vanidad, donde cada uno se cree con el derecho de alzarse por encima de los otros. Sin embargo, aunque parezca imposible, Jesús propone otro estilo: la mansedumbre. Es lo que él practicaba con sus propios discípulos y lo que contemplamos en su entrada a Jerusalén: «Mira a tu rey, que viene a ti, humilde, montado en una borrica» (Mt 21,5; cf. Za 9,9).
Él dijo: «Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas» (Mt 11,29). Si vivimos tensos, engreídos ante los demás, terminamos cansados y agotados. Pero cuando miramos sus límites y defectos con ternura y mansedumbre, sin sentirnos más que ellos, podemos darles una mano y evitamos desgastar energías en lamentos inútiles (Gaudete et Exsultate 71-72).

Compromiso

• Buscar siempre el diálogo y la paz, sin devolver mal por mal ni recurrir a la violencia de palabra o de obra.
• Ser sencillos y humildes, no orgullosos ni prepotentes, en la familia, en el trabajo o la escuela , con los vecinos
•Ayudar a resolver los conflictos y problemas por las buenas, mediar entre los que no se hablan o tienen enemistades …