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¿Sabes lo que es el regalo de vivir en Gracia?

¿Sabes lo que es el regalo de vivir en Gracia?

Si vivimos habitualmente en “GRACIA” no significa que nunca pequemos; ni  que seamos seres impecables.  Estar en gracia  significa no querer pecar y si caemos en pecado, vale arrepentirse y confesarse para recuperarla.

¿Pero qué es exactamente vivir en gracia?, es la vida divina en nosotros, es ofrecida por Dios generosamente, no se niega a nuestras oraciones, y en la justa medida nos socorre en nuestras necesidades.

Aunque pueda parecerte increíble, muchas veces no aceptamos este don maravilloso. Vivir habitualmente en gracia y hacerla crecer es la señal de que vamos por el camino de la salvación.

Marco  Salas, joven panameño, estudiante de teología nos dice que la gracia es optar todos los días por Jesús y existen unos elementos importantes que no se pueden olvidar para mantenerla: la oración diaria, la lectura de la palabra de Dios, asistir al sacramento de la confesión, el compartir en comunidad y, sobre todo, la santa Eucaristía. Confiesa que tiene la bendición de poder asistir casi todos los días. 

Asegura que todo lo que hagamos debería ayudarnos a optar por el Evangelio, a vivir como Jesús vivió, aclarando que podemos hacerlo desde nuestra propia realidad o contexto. “Nadie nos pide que vivamos con exactitud al igual que Cristo, sino que vivas tu vida desde tu perspectiva; pensemos siempre ¿qué haría Jesús en esta situación?”, afirma.

Cuando cometes algún error que de pronto no te ayuda a optar por Jesús, sería decirle arbitrariamente no a su gracia, por tanto hay que hacer diariamente todo lo posible usando esas herramientas que Él mismo nos ha regalado para ayudarnos, para mantenernos firmes. El pecado es todo aquello que no nos permite orientar su vida a Él.

Debemos cuidarnos de no hacer las oraciones o los distintos actos de piedad por llenar el cupón del día, la vida cristiana es algo distinto.

Lo más importante es la ley del amor que no se cansa, pero tampoco cansa a los demás tal como lo decía San Juan de la Cruz. Marco advierte de cuidarnos para no ser practicantes, “tratemos de convertirnos en discípulos de Jesús, busquemos todo lo necesario para estar en comunión con el Padre, solo por amor nos capacitamos de su espíritu”.