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Ecumenismo: “Que todos sean Uno”

Ecumenismo:  “Que todos sean Uno”

Por Ecumenismo se entiende el movimiento surgido, por la inspiración del Espíritu Santo, para restablecer la unidad de todos los cristianos. Participan en él los que invocan al Dios Uno y Trino y confiesan que Jesús es el Señor y Salvador. Casi todos, aunque de distinta manera, aspiran a una Iglesia de Dios unificada y visible. El Movimiento Ecuménico comenzó oficialmente con el Congreso Misionero de Edimburgo (Escocia) en 1910. Surgió en un ambiente protestante y en un contexto misionero.
En 1959, el Papa Juan XXIII convocó el Concilio ecuménico Vaticano II, en el que participaron las diversas confesiones cristianas. También Juan XXIII dio el impulso decisivo al ecumenismo por parte católica y en 1961 creó el Secretariado para la Unidad de los Cristianos. Frutos del movimiento ecuménico son: la revalorización católica de la lectura de la Escritura, la revisión de la Institución demasiado autoritaria y uniforme y el uso de obras escritas por teólogos protestantes.
El “Decreto Conciliar sobre el Ecumenismo” (Unitatis Redintegratio), presenta las bases doctrinales y las líneas de acción práctica del ecumenismo católico. Fue promulgado por el papa Paulo VI el 21 de noviembre de 1964, durante la celebración del Concilio Ecuménico Vaticano II.
La Asociación “Ut Unum Sint”, palabras tomadas de Jn 17, 21, que significan “Que sean una sola cosa”, fue fundada por la Congregación del Concilio y tiene como finalidad promover la unidad de todos los cristianos que se hallan separados por cuestiones de doctrina, de historia, de tradición o de práctica. Mucho se ha avanzado en la unidad de los cristianos.